Felicísima noticia la reaparición de Mariano Castro con un título que consuma la excelsa comunión del ser y sus sentidos; mimesis ontológica con lo exterior; canto sensual, aprehensión del mundo por la palabra al dictado de lo vivo; pulsión vital del pensamiento redactado por la inmanencia del poeta.
Estás envuelto en el humo frío
del fuego de los días,
Miras la voz del sol en la ventana.
La transparencia azul,
en tu ojo ciego.
del fuego de los días,
Miras la voz del sol en la ventana.
La transparencia azul,
en tu ojo ciego.
10 comentarios:
Manuel, me gustó esa semblanza que hiciste sobre los manchegos... :).
Un beso.
PD. Ah, no he recibido ningún correo! Ya no sé si me dijiste que me lo habías mandado o me lo ibas a mandar...
Aclarado, Manolo :). Muak.
A la autora de los dos comentarios precedentes:
tus comentarios sobre los poemas de Mariano Castro dejan bastante claro cuál es tu nivel poético, por no hablar de tu educación.
Si vas a empañar la voz de un poeta de verdad con banalidades que bien podías haber puesto en un correo privado, es mucho mejor que te calles.
Anda, niña, vete a tirar besitos a tu blog.
Saludos.
Como siempre, poesía-poesía del admirable Mariano. ¡Qué alegría verlo tan feliz el otro día en Cálamo! Un abrazo.
Verdaderamente, si el resto del libro está a la misma altura de lo que aquí se reproduce, será un buen libro; dan perplejidad vital estos versos, dejan el espíritu en vilo (y callo para evitar meterme por vericuetos que transita mucho mejor Forega que un servidor).
Por cierto: a la chica que interviene aquí arriba, al principio. Un poquico de sindéresis, mujer, que quizás no sea éste el momento ni el lugar oportunos para comentarios tan banales...
En fin, Señor.
Lo dicho: si todo va por la senda de lo reproducido aquí, mi más cordial enhorabuena a Mariano Castro.
Niggerman
¿Quien habla de educación?
Me dan ganas de tirar la computadora. Mira yo como Ana. Muak y más Muak,para los hombres de buena voluntad.
Más muaks, Anita. ¿Lo has recibido ya?
Mariano Castro es de lo mejorcito de esta tierra. Su poesía contiene un adelgazamiento conceptual de primer orden. Mirad un árbol y comenzad a quitarle la corteza, continuad cepillando y, cuando déis con el venero de su savia, os toparéis con la poesía de Castro.
Enhorabuena.
V.A.
Como me gustan los comentarios al margen, en ese lado de la página reservado al lector atento que es el más interesado en conocerlo todo. Los besos y aclaraciones como notas marginales de esa chica dan un toque de desinhibición muy saludable. Más besos, más besos por todas partes!
Raúl.
Aparición luminosa la de M. Castro.
Bienvenido de nuevo y que siga. Yo tengo como un tesoro "En el rostro del aire".
Luis
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