14.12.08

Una de memoria


Ese niño que véis ahí, con camisa y chaleco, en mi compañía, se llama Miguel Pérez Fuertes y es hoy un excelente guitarrista clásico que vive en Málaga. La fotografía está tomada en la calle El Chorro de Molina de Aragón (de donde ambos procedemos) en el verano de 1963. Y me viene a la memoria con absoluta nitidez que el día anterior a esa toma estuve a punto de morir. Fue la cosa que estaba yo cogiendo aragonitos en la ladera del río Gallo muy cerca de la Fuente Cancana, en una zona donde la orilla del río remonta unos diez metros sobre un intento del cauce por romper la pared que lo aprisiona. Es ese un terreno gredoso (la greda: un barro rojizo que forma espontáneamente arcilla natural al mezclarse con aguas freáticas), muy resbaladizo, y donde perdí el pie y todo yo tras él. Caí al río desde esos diez metros de altura, con tan buena fortuna que mi cuerpo fue a estrellarse de espaldas contra el agua de un pozo profundo. Si hubiera caído un metro más aguas arriba habría dado de lleno contra el cauce somero del río y, muy probablente, me habría roto la crisma como poco.
En fin, disculpad este exabrupto recordatorio, pero es que acabo de dar con esa fotografía que creí perdida y lleva impreso el estigma de aquel mal trago.

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