19.8.08

Balance provisional de Los poetas tienen la palabra



Cumplidos ya los dos tercios del ciclo Los poetas tienen la palabra, es buen momento —creo— para hacer, aunque apresurado, un primer balance de lo que ha significado y significa esta idea que trata de descentralizar el concepto del ejercicio formal de la cultura entendiendo como tal el que este tipo de actos (lecturas, presentaciones, citas, programas...) sólo encuentren su ubicación axiomática en los locales, salas, salones y foros situados en el centro de la ciudad. Es verdad que algunos grupos reunidos alrededor de la poesía y de las artes desarrollan en determinados barrios una labor en este sentido periódica, dignísima y entusiasta y que, por lo general, se les presta poca o ninguna atención, seguramente debido a un pusilánime prejuicio que establece escalas jerárquicas entre lo "bueno" y lo "malo"; entre lo "interesante" y lo "vulgar", criterio que sigue siendo aleatoriamente proporcional a la arbitrariedad del gusto. Para superarlo, debemos comenzar por ahí, por abolir ese esquema jerárquico.
Los poetas tienen la palabra no quiere quedarse en el contexto de la EXPO. Pretende, por el contrario que, cumplida su experiencia ahí, despierte una sensibilidad aletargada (cuando menos, concite el interés) y pueda tener su continuidad como tarea cultural en los barrios de Zaragoza más allá de su eventualidad. Llevar la poesía a los barrios zaragozanos, preservar la figura del "Poeta del Barrio", desarrollar de forma estable actividades que tengan que ver con la poesía, que los poetas acudan a los barrios, que se descentralicen exentos por completo de cualquier sospecha de paternalismo, son propuestas que pueden llevarse a la práctica con un mínimo de voluntad, un mucho de desinterés y un decidido apoyo de las instituciones.
La poesía no goza en general de las preferencias del "público", pero en esta ciudad advertimos la paradoja de ser un género que —nunca como antes en su historia literaria— se cultiva al margen de los gustos literarios del lector. Zaragoza, Aragón, jamás habían contado con un elenco tan amplio de poetas y que apuntaran tan alto. Una ambiciosa antología de la poesía aragonesa de los últimos cincuenta años sustanciaría un grueso y meritorio volumen que se defendería por sí solo.
Los poetas tienen la palabra no sólo está siendo la prueba de cierta doble osadía: la propuesta de El Silbo Vulnerado y la aceptación del Ayuntamiento de Zaragoza de darle cabida en un acontecimiento que, en su diseño previo, no es proclive precisamente a literatura de esta índole. Se trata, por lo tanto, de una idea inédita, como lo fue, por las mismas razones, la publicación de la muestra plurilingüe 20 poetas aragoneses expuestos o el vídeo Zaragoza poética. La poesía no es espectáculo (aunque es y puede serlo). Por eso mismo no ha merecido la atención de los media, pese a haber sido puntualmente informados. Las gratificantes excepciones han sido las ediciones digitales de Europa Press y El Pollo Urbano y las estupendas crónicas libres de Javier López Clemente.
Los poetas tienen la palabra es prueba también de la vitalidad de la poesía aragonesa. En este ciclo intervendrán finalmente treinta y cinco poetas y, aunque —como es bien sabido—, el catálogo de imperativos determina siempre exclusiones indeseadas o negativas razonables, constituye un ciclo cuyo rol no solapa (al menos no lo ha pretendido) de ningún modo corrientes, estilos o generaciones e incluye, además, a aquellos poetas hermanos llegados de Hispanoamérica que han decidido vivir con nosotros y compartir sus sensibilidades.
Por otra parte, el desarrollo estricto del este ciclo ha conocido, como era de esperar, diversas fisonomías, distintas actitudes, diferentes compromisos del público. Desde su inauguración por Fernando Burbano el 20 de junio, ha supuesto, en todo caso, la oportunidad de conocer en detalle cada uno de los barrios zaragozanos desde una perspectiva —la poética— no convencional y de escuchar la voz de los poetas; de trasladar al auditorio unas voces inhabituales que nada tienen que ver con el puro espectáculo, sino que atañen directamente a la sintaxis del corazón. Y este hecho es en sí mismo muy importante.

5 comentarios:

David Mayor dijo...

Aupa Manolo!! El mérito es tuyo y del Silbo.

Anónimo dijo...

David tiene razón, aguante maestro, muchas gracias
abracicos
o.

Manuel Martínez Forega dijo...

Gracias a los siempre amigos y colegas. Sé que ya andas por París, O., y que allí lueve 280 días al año (un secretito que empaña las luces de la ciudad de las luces); París, en todo caso, sigue ahí. Que tengáis buenos días y mejores noches.
No sé por dónde andas, David, pero allá va mi abrazo también.

Javier López Clemente dijo...

Me encanta esa etiqueta de "Crónicas Libres", gracias por la cita y por el ciclo.

Salu2 Córneos.

Manuel Martínez Forega dijo...

Para Javi, otro abrazo; y celebremos tus crónicas porque lo merecen.