3.12.10

Unos cuantos aforismos recuperados.



A pesar de los besares, vivo.
(1980)

¿Cuándo el amor quedará tendido chorreando corazones en la noche?
(1980)

Me aso con denodada fruición al salvamento que me proporciona mi corazón congelado en el frigorífico de la pasión ignorante.
(1981)

No tengo vocación prometeica. Prefiero, por contra, la capitulación.
(1982)

La ignorancia es fruto del amor y viceversa.
(1983)

La noche abre su párpado oscuro; deja ver su iris pálido.
(1984)

Qué es el placer, sino una violación del miedo.
(1985)

Luna: agujero blanco de la noche.
(1989)
Indiferente, paso de una duda a otra.
(1991)

¡Qué pronto se me ha hecho tarde!
(1991)

La luna es un lunar en el rostro de la noche.
(1992)
Toda una carrera de conocimiento no le enseñó a vivir; pero aprenderá a morir en un curso intensísimo.
(1994)





2 comentarios:

Fernando dijo...

un camino de reflexión tiene en una palabra el valor de un silencio.


abrazos

Manuel Martínez Forega dijo...

En efecto, Fernando, cuando ese silencio no es imperativo, sino voluntario.