7.12.10

Sohrab Sepehrí: "Espacio verde. Todo nada, todo mirada"

 Acabo de recibir una delicada edición del poeta persa Sohrab Sepehrí en traducción de Clara Janés bajo el sello de las Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. Dos títulos reúne este libro de poesía que huella los caminos del misticismo, de la imagen esplendorosa y de una épica ponderada. La sensualidad que proverbialmente se viene atribuyendo a la literatura oriental no es aquí menos cierta. Pero es que, además, el ejemplo persa es muy singular dentro de ese axioma que bebe con fruición de su tradición propia. El Rubayat, Mohammed-Schemsu-D-Din, más conocido como "El Hafiz" y que, en traducción espléndida de Rafael Cansinos Asséns (también hay edición a cargo de la propia Clara Janés en Ediciones del Oriente y del Mediterráneo), nos fue entregado en 1982 por la Editora Nacional; el Gulistán, Saadhi Shirazi; y, en fin, las revelaciones precedentes de aquella singularidad iraní a cargo del arabista Asín y Palacios
No hace mucho, en 2003, Clara Janés, me propuso para los "Libros de Berna" un texto del joven Mohsen Emadí: La flor en los renglones (nº 14 de la colección), que supuso todo un descubrimiento para los lectores españoles. Lo tradujo también Clara Janés. Desde entonces, Emadí es un asiduo visitante de nuestro país y acaba de ganar el premio "Poesia de miedo" que convoca la editorial Olifante.
Pero decía que aquel libro reunía dos títulos de los ocho que contituyen la obra completa del -también pintor- poeta Sepehrí, muerto en 1980, a causa de una leucemia, a los 52 años (había nacido en Kashán en 1928). En la traducción española han colaborado además Sahán y Mojgan Salami, que dan testimonio de la profusa relación de la poesía persa con una naturaleza que, siendo de ensueño en la palabra que la traduce, no deja de ser la constatación de un hábitat convencional de sus moradores. Colores, aromas, cielos, tierras, frutos, vegetación diversísima... forman parte de la movilización sensual de quien observa con sentido y experimenta superando el límite de la realidad apoyado en los recursos que la poesía concede sin límites. Y más a quien, como Sepehrí, se rodeaba a propósito de desierto y soledad y se daba al torrente de la escritura.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Panama!

Anónimo dijo...

Felicitaciones, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!