27.11.08

José Antonio Labordeta



Estuvieron todos.
No hay nada como hacer y decir bien las cosas; nada como, además, decirlas de verdad; nada como saltar por encima de la valla altísima del miedo y del prejuicio; nada como dejarse buena parte de la propia sangre en el camino; nada como denunciar la omisión, como restregar por la cara del centralismo el incólume valor de un territorio agredido; nada como resistir frente a sus límites sitiados. No hay nada mejor que el pálpito del pulso acompasado con la tierra; nada como describir el vuelo del pájaro puro; nada como advertir de la holladura ajena de nuestra casa; nada como ahuyentar la sombra de las alas de los buitres; nada como señalar la luz, el cielo limpio, la ventolera del corazón. No hay nada como rendir la niebla a los pies del descreído; nada como izar la voz a los atardeceres para decir que son los más hermosos; nada como regar las huertas cada día y transitar a pie los desiertos; nada como escalar las paredes blancas del rendido norte; nada como quebrar el hielo del altiplano, plantar árboles en las dehesas y cruzar el puente Fraga; nada como quedarse enhiesto frente a la corriente en los lechos movedizos de los ríos. No hay nada como tener amigos y disponer de un corazón donde acogerlos. No hay nada como haberle dado un puñetazo al olvido.
Pero hay algo más allá: la dicha de decirlo.

5 comentarios:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Fue emocionante el acto de ayer. Todos los que tuvimos la fortuna de asistir, guardaremos un hermoso recuerdo de "El Abuelo". Tu texto, Maestro, es insuperable y merecedor de estar en ese libro, ya lo creo...
Un abrazo fuerte y hasta mañana.

Anónimo dijo...

Como siempre un material delicioso maestro (aunque lo de los labios va a ser la leche, jeje).
Me lo perdí, lo de ayer. No recordé reservar entrada...en fin.
De todos modos soy más miguelino que joseantoniano (muchos vaivenes veo por ahí).
tocando un blues
nos vemos
bs
o.
y hasta mañana, claro.

Manuel Martínez Forega dijo...

Gracias a los dos, amiguísimos.
Y nos vemos mañana, por supuesto.
Abrazos.

Dalton Bert dijo...

Vaya. No había visto esta entrada cuando esta tarde yo he escrito algo sobre lo de ayer (bueno, tal vez de lo que menos he hablado es del homenaje y del homenajeado). Espero que no te moleste que haga referencia aquí a mi propia entrada: http://daltonbert.blogspot.com/2008/11/homenaje-labordeta-y-compaa.html

PD: ya entiendo un poco mejor tu erudición infusa. Si todo el mundo te llama "maestro", tienes que dejar el pabellón alto...

Saludos

Manuel Martínez Forega dijo...

En absoluto me molesta, Dalton. ¡Faltaría más! Los blogs deben ser eso precisamente: intercambio. Y algo entre todos para todos y de todos.
Más saludos, Bert.