"Si así lo quiero, reír es pensar". En esta frase de Georges Bataille se encuentra buena parte (la mejor) de lo que me gusta hacer. Me encojo de hombres. Licencia Copyleft Creative Commons
26.1.10
24.1.10
Poesía para Perdidos: 23 de enero 2010
E. Cebrián
Noche estelar en La Campana de los Perdidos. La primera sesión de este año del ciclo Poesía para Perdidos que organiza la Asociación Aragonesa de Escritores continúa reuniendo a buena parte de la mejor poesía aragonesa, esta vez en torno a Juan Luis Saldaña y Enrique Cebrián. La noche dio para todo, se dilató como el hierro golpeado por el herrero, poco a poco, pero templadamente, fraguando su densidad con estilismo. Juan Luis Saldaña brilló como speaker y encerró en la ironía algunos dramas para la reflexión posterior, como Valle-Inclán. Usó el guiñol, pero no escondió la cachiporra. Brillante, plural, sarcástico, paródico y, sin embargo, un qué sé yo lindando en la gravedad llenó de tañidos nuestra atención (todavía en mis pabellones suenan sus espigas); tiñó de blanco y negro alguna memoria no extraviada aún, y nos educó.
Enrique Cebrián abrió de par en par los libros, dejó caer, como las gasas de Isis, sus poemas tejidos con cirros, con una veladura honda y sentimental, tangente al yo y secante al tú, a los otros, y dijo de otros y de sí mismo con elegancia muy poco común. Posee esa trascendencia lumínica, reveladora de lo que ha de decirse sin que los demás sepamos cómo.
Digo noche estelar porque, junto a los magníficos textos de ambos, desfiló un elenco de músicos definiendo un rasgo que caracteriza definitivamente a esta generación crítica, entusiasta, culta (ya era hora), divertida: la amistad por encima de las mareas, tácita y también expresa, como en esta noche singular: Ana Muñoz, Octavio Gómez Milián, Luis Cebrián, Pablo Malatesta, Ritchie Fandango, El Inspirado... volvieron sus ojos a ese espejo siempre limpio en los iris del amigo; volcaron las letras en el aire deleble, se conjuraron en un hechizo único y se trajeron consigo a Sergio Algora, Más Birras, Nubosidad Variable. Un todo con los demás en una caverna púrpura abarrotada y expectante, dispuesta, si fuese preciso, a su incineración.
Todo sucedió en Zaragoza, donde algunos francotiradores y francotiradoras voceras siguen mordiéndose sus pestilentes uñas y enloqueciendo porque no dan ni una.
20.1.10
18.1.10
La mosca becqueriana
17.1.10
Poesía para Perdidos: 23 de enero 2010
El próximo encuentro en "La Campana de los Perdidos" (C/ Prudencio, 7) de Zaragoza, dentro del ciclo Poesía para Perdidos organizado por la Asociación Aragonesa de Escritores, contará con la presencia de dos poetas secretos zaragozanos que pronto dejarán de serlo: Enrique Cebrián y Juan Luis Saldaña. Jóvenes, dinámicos, dinamizadores y enterados (que esta cosa se echa mucho de menos en algunos poetas principseculares). Es una muestra más de que el barril de la zaragozana marcha poética sigue efervesciendo y de que la AAE sigue teniendo buen ojo para aquilatar su ciclo.
Ambos estarán acompañados de buenos amigos músicos y no músicos, poetas y no poetas. Una fiesta que promete y cumplirá su promesa.
23 de enero de 2010Ambos estarán acompañados de buenos amigos músicos y no músicos, poetas y no poetas. Una fiesta que promete y cumplirá su promesa.
La Campana de los Perdidos
C/ Prudencio 7. ZARAGOZA
22:00 horas
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